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Murió madre detenido en protestas #Levantamiento #Ecuador

publicado por : @Inredh1


Ayer, 27 de agosto de 2015, murió María Leticia Fernández, una anciana de 85 años. Murió por insuficiencia respiratoria, según lo declara el acta de defunción firmada por la doctora Vanessa Ramírez, de la clínica La Merced, de Quito.


Quizá podamos pensar que es una anciana más de las que mueren en Quito, y podría haber sido así; pero ahora queremos hablar sobre esta anciana muerta, en especial, queremos hablar sobre lo que debió vivir en estos últimos días.


Ayer también fue la audiencia judicial en la que se pedía la sustitución de medidas de prisión de Wilson Loachamín Fernández, detenido el 13 de agosto en las manifestaciones del movimiento indígena. El juez dictaminó que no había garantías suficientes como para sustituir la prisión preventiva con alguna otra medida cautelar.

Los últimos días de María Leticia constituyeron un cúmulo de dolores y desesperanza al ver a su hijo preso. Wilson Loachamín Fernández es su hijo.


Hoy se quiso lograr un permiso para que Wilson pueda asistir mañana al sepelio de su madre. El Director del Centro de Detención Provisional de Pichincha, CDP, al oír este pedido por parte de la trabajadora social de este centro de detención esbozó una sonrisa burlona, mostrando que este tipo de tragedias constituyen un buen chiste para él. Se recompuso un poco al saber que la persona que acompañaba a la trabajadora social del CDP era un abogado del equipo legal de INREDH y que este pedido era una petición formal y no un asunto en el cual él pueda expresar su ironía.


El Director del CDP ha expresado que no puede otorgar este permiso, porque si lo hace debía actuar de igual manera con el resto de detenidos. En verdad no sabíamos que todos los días, o todas las semanas, o que todos los meses, se muere una madre de un recluso como para que este permiso se convierta en un antecedente peligroso.


Lo que vemos ahora es la dureza con la que el régimen desea tratar a sus presos y presas, la crueldad con la que se desea infringir un castigo a quienes se atreven a contradecir al poder en una manifestación legítima.

Quedan algunas horas antes del sepelio de María Leticia. Ojalá logremos que su hijo acompañe al féretro de su madre; si no lo logramos, los funcionarios a cargo deberán cargarlo en sus conciencias, si es que les queda algo de conciencia.


En cuanto a nosotros y nosotras, asumamos el compromiso de acompañar a María Leticia a nombre de su hijo. El sepelio será mañana, sábado 29 de agosto, a las dos de la tarde, en la iglesia matriz de la parroquia de Amaguaña, a media hora de Quito.

Luis Ángel Saavedra Director INREDH


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